Estimula tu punto G ¿sabes cómo encontrarlo?

Estimula tu punto G. La existencia o no del popular punto G ha sido una cuestión controvertida desde que el ginecólogo alemán Ernst Gräfenberg lo descubriera en la década de los 50. Han sido innumerables los estudios que se han venido realizando a lo largo de los años en torno al punto de Gräfenberg -o punto G-.

Sin embargo, las conclusiones son cada vez más dispares. Tal es el debate que ningún estudio ha podido establecer a ciencia cierta dónde se ubica exactamente en la anatomía sexual de las mujeres e, incluso, se ha llegado a cuestionar si realmente existe esta famosa zona de mayor estimulación sexual.

Un reciente estudio realizado por la Universidad de Yale en Estados Unidos afirma que, tras sus investigaciones, no se ha logrado hallar una evidencia irrefutable que demuestre la existencia de esta zona.

Punto G, ¿Qué es?

El punto G o punto Gräfenberg fue descubierto por la Doctora Beverly Whipple cuando se dio cuenta de que al realizar el movimiento “ven acá” durante el fingering se producía en las mujeres una respuesta física, estableciendo entonces que debía haber una zona clave para que las mujeres lograran el orgasmo durante sus relaciones.

Muchos estudios han tratado de localizar el punto G como zona aislada, sin embargo, hay que saber que el punto G es una parte del área clitoral que se localiza en la parte superior de la vagina, entre 6 y 12 centímetros por debajo de la uretra.

Cuando decimos que el punto de Gräfenberg es una parte del área clitoral, significa que cuando tú estimulas la zona denominada punto G, lo que en realidad estás estimulando es el clítoris. De ahí su importancia a la hora de lograr el orgasmo vaginal.

Encuentra tu punto G

El punto G varía dependiendo de cada mujer, este es uno de los motivos por los que puede ser problemático encontrarlo. De todos modos, aunque muchas personas buscan el punto G en pareja, la mejor forma para localizarlo es la autoexploración.

Cuando se trata de localizar tu punto G, lo más esencial es relajarse y escuchar a tu cuerpo, masajeando tu vagina. Una vez has comenzado la autoexploración, ya sea con un Juguetes o con los dedos, llega el momento de hacer el movimiento “ven acá”, palpando cuál es el área que te genera mayores sensaciones y enfocándote en ella.

 

Posturas y punto G ¿Cuál es mejor?

A la hora de practicar relaciones sexuales, existen ciertas posturas que funcionan mejor para estimular el punto G femenino. Aunque existen multitud de posiciones sexuales y cada una puede resultar más placentera o cómoda para cada persona, existen algunas que pueden ayudarte en mayor medida a conseguir el orgasmo mediante la estimulación del punto G.

Estas posturas que pueden ayudarte son:

1.     Punto g y la postura Vaquera

¿Por qué es tan buena esta postura para el punto G ? La postura vaquera permite tener bajo control el ritmo y la profundidad de la penetración, para que solo te preocupes de estimular tu punto G.

De hecho, una buena técnica a la hora de realizar esta postura es realizar movimientos hacia atrás y hacia adelante en vez de arriba y abajo, ya que de esta forma se estimula mejor la zona en la que se sitúa el punto G en el interior de tu vagina.

De todas formas, cada cuerpo es un mundo, por lo que no tengas vergüenza en probar diferentes velocidades e intensidades y déjate llevar.

2.     Estilo perrito

El perrito es otra de las formas de lograr una penetración profunda, además, les permite variar el ángulo con facilidad para poder encontrar tu punto G. Comienza apoyando tu cuerpo sobre las rodillas y los brazos, con tu pareja situada justo detrás de ti.

Se trata de encontrar la postura que mejor funcione para cada uno, de forma que durante la penetración se puede ir cambiando de postura, adecuando tu posición de brazos o empujando las caderas hacia atrás para lograr otra perspectiva más placentera. También puedes cambiar los ritmos y la intensidad, dependiendo de las sensaciones que vayas experimentando.

3.     Posición misionera cerrada

Esta postura te permitirá, a diferencia de las dos anteriores, una mayor estimulación sin recurrir a una mayor profundidad en la penetración. Para comenzar, estarás de espaldas en la posición misionera y luego juntaras las piernas, de forma que las de tu pareja estén encima de las tuyas, lo que aportará una mayor presión.

Esta posición, aunque la penetración sea superficial, crea una fuerte sensación de fricción contra el punto G femenino, lo que puede ser la forma perfecta para llegar al orgasmo.

 

En muchas ocasiones lograr la satisfacción femenina puede resultar una tarea un tanto compleja que requiere de una combinación de estrategias sexuales. Algunas mujeres experimentan sensación de vergüenza o inseguridad cuando practican relaciones sexuales, lo cual también puede hacer más complicado que estas alcancen el clímax.

A parte de estas complicaciones, no todas las personas son capaces de localizar y explotar el placer que se desata con el punto G femenino, de ahí la importancia de la autoexploración y de conocer bien tu cuerpo. No existe una regla perfecta para lograr el orgasmo ni un mapa para localizar el punto G, todo se basa en ir probando y experimentando, ya sea solos o en pareja.

De todas formas la satisfacción va más allá del punto G, por ello es importante no obsesionarse con encontrarlo, ya que esto puede hacer que te bloquees y no disfrutes del proceso. Lo importante es adaptarse a lo que a cada uno le gusta y tener una vida sexual segura y placentera.