Guía del placer para el sexo anal
Guía del placer para el sexo anal. Cada semana acuden a la tienda personas de diferentes sexos y géneros en búsqueda de respuestas acerca del sexo anal.
¿Qué tienen en común estas preguntas y las personas que las hacen?
Tener un culo, curiosidad y miedos, probablemente.
Aquí te propongo una guía exprés para todes que te pedirá imaginarte de estar a punto de organizar un viaje en avión: ¡seguimos paso por paso el recorrido para aterrizar en un mundo de placer!
“Un billete, por favor!”: tus razones para explorar
Detrás de la voluntad de acercarse al sexo por le retaguardia, pueden encontrarse muchisimas razones diferentes. Habrá quien quiera salir de la rutina o experimentar diferentes matices del placer, sensaciones nuevas, descubrir su cuerpo, profundizar la intimidad con su pareja.
Cada motivación merece respeto, aunque un viaje así se prepara mejor con una causa que sea más bien personal e interior en lugar de hacerlo por complacer o cumplir con los deseos de alguien más allá de nosotros.
Si por alguna razón no te sientes preparada para empezar a jugar con esta zona del cuerpo, ¡no pasa absolutamente nada!
Detrás de cada decisión hay siempre unos pensamientos que la sustentan. Parate un segundo a reflexionar, cuales son tus razones para acercarte al sexo anal?
Si son conectados a emociones de ilusión, curiosidad, abertura, diversión, y otras del estilo, muy bien!Adelante!
Si la voluntad y la intención nos habitan verdaderamente, será una exploración divertida y que haremos de forma más consciente, permitiéndonos aprender y también equivocarnos, sin presiones de complacer o de ser lo suficiente para tu pareja.
El ano es una zona delicada y convertirse en expertas del sexo anal requiere tiempo y práctica, entonces la actitud y las emociones que acompañan el proceso serán fundamentales para que te tomes el camino de una forma amena y divertida. Comunicación honesta y complicidad ayudarán mucho a empezar la aventura!
Como prepararse bien para vencer juicio, dolor, sucio
Ahora bien, estas animade y tienes claras las motivaciones. Aun así puede ser que estes pensando en cosas no muy positivas acerca del sexo anal. Esta práctica a lo largo de la historia ha sido despreciada, por distintos motivos, desde los higiénicos hasta religiosos y éticos.
Este es un legado cultural que necesitamos deshacernos para vivir el sexo en todas sus matices con alegria!
Analiza cuáles son las enseñanzas que te dieron acerca del tema, e informate! Te quedarás flipando de cuantos mitos y mentiras siguen difundiendose allí fuera!
Sa cual sea tu orientación sexual, tu edad, tu físico, si eres propietario de un par de nalgas el placer anal es para ti!
Y sobretodo no te creas el cuento de que sería algo nuevo y perverso en la historia de la humanidad, está comprobado que los griegos disfrutaban mucho de esta parte del cuerpo, y eso es solamente un ejemplo!
Entonces, los enemigos siguientes a los cuales enfrentarnos serán dolor y miedo a que la situación se ensucie.
El sexo anal no tiene que ser doloroso, por que:
– hay muchas formas de estimular un ano, y no todas tienen a que ver con la penetración, que comporta un estrechamiento de los esfínteres (la causa más común de dolor);
– se puede compensar con su contraparte, el placer! Quédate hasta el final, que te explico como 😉
Hablando de sucio, hay que ser honestos, por ahí pasan heces. La evacuación es la función fisiológica y valiosa de esta zona. Al querer jugar por allí escogeremos estrategias para limpiarnos, evitar desastres, y seguir estando comodes en la situación. Disponemos de productos valiosos como las duchas anales (con forma de pera) y las boquillas que se sustituyen al cabezal de ducha, se utilizan con agua tibia y permiten vaciar el tramo final del recto dejándolo muy limpio.
Sin embargo es muy maduro asumir que de vez en cuando en la vida hay el factor sorpresa y lo mejor que puedas hacer es echarte unas risas, arreglaro, y seguir pa’lante!
Lo que no puede faltar en tu maleta
Lubricantes
El sexo suele ser más agradable cuando es una experiencia humeda y empapada, por eso el lubricante es el mejor amigo no animal del hombre. Y cuando el protagonista es el canal rectal, su utilidad luce aún más: se debe utilizar, al no tener dicho órgano ninguna glándula que emita líquidos de lubricación. Así facilitarás la penetración y evitar fricciones, desgarros, y dolores será pan comido!
Existe una variedad infinita de lubricantes, elegir lo que se adapte a tus gustos dependerá del utilizo que imaginas tener con ello:
¿Valoras su duración en el tiempo? Tal vez te gustarán más los que son a base de silicona, tardan mucho en absorberse.
¿Valoras una composición química natural? Pues lubricantes a base de agua!
¿Te encantan las situaciones resbaladizas? En esto, nadie le gana a los de silicona…
¿Quieres evitar manchas? Dirígete hacia algo natural como los a base de agua.
Quieres usarlo con juguetes de silicona? Otra vez, los a base de agua serán más adecuados, para no dañar el material del toy.
Plugs o tapones anales
Los plugs o tapones anales, son la herramienta de dilatación que permiten ir relajando de forma mecánica los cierres naturales del cuerpo; los dos esfínteres anales.
Dicen que el tamaño no importa, ¡pero eso no es cierto con los plugs! Te recomiendo escoger basándose en un diámetro que no te haga daño y no te asuste, para principiantes una buena medida podría ser alrededor de 2,5/3 cm de diámetro.
Los dedos son indudablemente una buena forma de empezar (cuidado a las uñas largas!), aún así los plugs tienen la ventaja de que pueden quedarse en el recto mientras tu sigas con los juegos, dejandote más libertad a medida que se ejerce una dilatación en la región anal.
Encontrar un buen asiento – El papel del entorno
Exactamente como en un viaje el recorrido se disfruta mejor si nos encontramos comodes, a gusto, relajade y en un contexto agradable.
Sería recomendable entonces prestar atención a los detalles: escoger un lugar que nos guste, calentar suficientemente el ambiente (frío y relajación no se llevan muy bien), estar en proximidad de un aseo si lo necesitamos. También tener al alcance de la mano lubricante y juguetes que queremos utilizar nos ahorrará estrés en un segundo momento. En fin, hay que organizarse con un buen plan y aunque eso requiera un poco de tu tiempo, ¡será todo bien invertido!
Abrocharse el cinturón: seguridad y riesgos
A estas alturas damos por entendido que el sexo anal no está exento de riesgos. Siendo un canal de expulsión de residuos, el riesgo mayor es representado por la presencia de bacterias, parásitos intestinales y virus dentro del recto.
Puesto que el tejido del ano es muy sutil y cómo se ha mencionado no lubrica, se puede lesionar fácilmente y permitir el paso de infecciones de transmisión sexual como el VIH, clamidia, gonorrea y herpes genital.
No hace falta que haya penetración para toparse con esas amenazas, motivo por el cual es imprescindible el uso de condón. O, en caso de estimulación con la lengua (el famoso beso griego), barreras de latex para sexo oral.
Por la misma razón es muy importante evitar que partes del cuerpo o juguetes que hayan entrado en contacto con el ano toquen seguidamente boca o vagina, sin una limpieza previa.
La compañera de viaje por excelencia, la respiración
Entrenar la respiración consciente será la vía perfecta para tener en cada momento un aliado bien poderoso a tu lado. Respirar hondo y lento proporciona diferentes beneficios. El primero es que así aumenta la cantidad de oxígeno que llega a todas células, haciendo que nos volvamos más sensibles al placer. Y segundo, respirar nos conecta profundamente a nuestro cuerpo, permitendonos estar atentos a sus exigencias y límites y a librarnos de tensiones que si pueden causar dolor innecesario.
Hay una tercera ventaja, que consiste en direccionar la atención hacia los esfínteres y educarlos, en vez de actuar movimientos de expulsión ,en estar abiertos. Hay que familiarizar esta parte a la acogida, con mucho cariño y llenando los pulmones!
La clave secreta para evitar el dolor en el sexo anal
Lo que voy a decirte me ha cambiado la forma de vivir el sexo anal, por eso espero haga lo mismo contigo!
Pongamos que placer y dolor se posicionen en una misma línea, como dos polaridades de la misma realidad. Ahora bien, el reto será lo de balancear: si estamos ocupades en estimular diferentes partes erógenas, llenar de sensaciones placenteras a nuestro cuerpo y jugar, nuestras terminaciones nerviosas estarán tan colmas de impulsos que comunican al cerebro “CUANTO PLACERRR DIOS MIOS” ya no habrá espacio (o será muy diminuto) para el dolor.