Dolor en la penetración o dispareunia ¿Qué es?

Dolor en la penetración o dispareunia. Cuando una pareja comienza a compartir palabras cariñosas e íntimas, besos o caricias, tras ellas esto suele traducirse en relaciones placenteras. Lo cual puede ser un inconveniente para algunas mujeres ya que esto supone un verdadero tormento físico para ellas, la causa: la dispareunia.

La principal razón de este malestar físico como hemos comentado suele ser la dispareunia, un trastorno que provoca que las mujeres que lo padecen no quieran mantener relaciones sexuales, ya que para ellas es molesto e incluso doloroso en ocasiones.

¿Qué es la dispareunia?

La dispareunia es un trastorno que afecta a las mujeres y se caracteriza por el ardor, dolor o picor vaginal después y durante la penetración, ya sea como parte de una práctica sexual o como parte de la higiene íntima al introducir una copa menstrual o un tampón.

Los principales síntomas de la dispareunia son, como hemos mencionado, el dolor, el ardor y el picor durante y después de la penetración. Estos dolores o picores pueden ser puntuales o durar horas después de la penetración, depende de cada persona.

El dolor puede ser superficial o profundo, dependiendo de si se da en la zona que rodea el área vaginal o se siente dentro de la pelvis. Además, el dolor puede ser cólico, ardiente o agudo. Estos dolores provocan que los músculos pélvicos se tensen, lo que incrementa en mayor medida el dolor.

 

¿Conoces las causas de la dispareunia?

Las causas de la dispareunia dependen de muchos factores, ya que se trata de un trastorno multifactorial. Podemos establecer tres grandes bloques de factores, por un lado los físicos, que son los que responden directamente a causas que emanan de nuestro cuerpo y salud física; los psicológicos y emocionales y, por último, los sociales.

Factores físicos

Dentro de los factores físicos podemos encontrar multitud de causas, pero las siguientes son algunas de las más destacadas y frecuentes:

  • Discordancia en los genitales. Esto es cuando el pene y la vagina no son compatibles a la hora de la penetración. Puede deberse a diferentes motivos como que el pene sea más largo que la capacidad de la vagina en ese momento.
  • Ausencia de lubricación vaginal. Esto provoca que cualquier objeto que se vaya a introducir en la misma (ya sea un dedo, un juguete o el pene) va a provocar dolor y malestar.
  • Afectaciones en el suelo pélvico. Esto se produce cuando el suelo pélvico está dañado o contracturado, entonces provoca dolor cuando algo se introduce en la vagina.
  • Cirugía en la zona pélvica. Las cesáreas, los partos o las cirugías abdominales pueden provocar dispareunia si todavía están en proceso de recuperación o esta fue mala.
  • Infecciones, inflamaciones o trastornos en la vulva o la vagina. Estas pueden ser causadas por infecciones urinarias.
  • Vaginismo. Este es un desorden sexual caracterizado por espasmos involuntarios que cierran el canal vaginal, lo que dificulta en gran medida la introducción de cualquier objeto en la misma.
  • Algunos tratamientos médicos invasivos como la radiación o la quimioterapia también pueden provocar dispareunia.

Factores psicológicos y emocionales

También existen causas y factores psicológicos e incluso emocionales que se traducen en dispareunia, entre ellos podemos destacar:

  • Cuando la mujer está atravesando por momentos de estrés, ansiedad, depresión o malestar emocional.
  • Haber sufrido alguna experiencia traumática.
  • No tener ganas de realizar ninguna práctica sexual que implique penetración.

Factores sociales

A nuestro pesar la dispareunia también puede puede venir dada por factores sociales, quizás puedan sonarte algunas de las causas principales:

  • Algunas conductas como la gordofobia, el racismo o la homofobia que acaban generando estrés y malestar cotidiano.
  • La educación sexual que se basa en la vergüenza.
  • Cuando el vínculo afectivo con la pareja se encuentra en un mal momento debido a disgustos, discusiones, abusos e incluso, casos de violencia.
  • Cuando se realiza una práctica sexual en un lugar que genera incomodidad o malestar.

Tratamientos que pueden ayudarte

Cuando una mujer comienza a tener dolores cuando realiza cualquier acto de penetración en la vagina y nota que no es algo puntual, debe acudir al ginecólogo lo antes posible.

La dispareunia es un trastorno multifactorial, como ya hemos señalado, por lo que es importante contemplar cada aspecto molesto que pueda surgir. De hecho, si existen antecedentes familiares de dispareunia en la familia es vital que la mujer se realice análisis frecuentes y acuda a especialistas en suelo pélvico, por cuestiones de mera prevención.

Por otro lado, si se trata de un aspecto emocional, psicológico o social, lo más recomendable suele ser acudir al psicólogo. Hoy en día existen muchos médicos especialistas en traumas que causan dispareunia. No hay que sentir vergüenza de cuidar nuestra salud mental para poder tener una vida sexual placentera y completa.

Además, existen múltiples opciones que se pueden utilizar como complemento en las relaciones sexuales y que pueden ser grandes aliados a la hora de no sentir dolor:

  • Los lubricantes con base en agua son unos buenos aliados a la hora de mejorar la  lubricación de las zonas sexuales.
  • Procurar centrar las prácticas sexuales en más actos que no supongan únicamente la penetración vaginal.
  • Descubrir qué es lo que más te gusta a través de la autoexploración.
  • Tener una buena comunicación con tu pareja sexual, comentándole lo que te gusta y lo que no a la hora de mantener relaciones.
  • No forzar las cosas cuando el dolor es significativo y no tienes ganas.

Por tanto, lo más importante cuando se tienen dolores o molestias vaginales es acudir a un especialista para que este valore la situación y establezca cuál es el mejor tratamiento en cada caso.

Además, la comunicación con tu pareja es fundamental, ya que si continúas manteniendo prácticas sexuales dolorosas podrías acabar dañando tu relación. El sexo tiene que resultar placentero y gratificante para ambas partes y nunca doloroso o molesto para una de ellas.