Descubre por qué deberías practicar sexo al aire libre
Descubre por qué deberías practicar sexo al aire libre. Con la llegada del verano y este calor insoportable, cada vez son más las personas que apuestan por llevar sus momentos de intimidad fuera del dormitorio. Tener sexo en la cama es muy cómodo, pero tener sexo al aire libre puede ser una opción mucho más fresquita si encontramos el lugar y el momento perfecto para practicarlo.
Sexo al aire libre: la mejor opción para el verano
Son varios los motivos que llevan a una pareja a decidirse por practicar sexo al aire libre. De hecho, no olvidemos que practicar sexo en un sitio donde existe el riesgo de que nos pillen es una de las cinco fantasías sexuales más comunes entre las parejas. La adrenalina que da el riesgo de ser pillado, la emoción de practicar sexo en un lugar poco habitual… Todo este cúmulo de sensaciones unidas a la propia excitación sexual del momento, pueden llevarnos a un nivel de placer nunca antes experimentado.
Es importante saber elegir correctamente el lugar donde practicar sexo. Puedes buscar un sitio “exterior pero no mucho”, como una terraza, un balcón o un patio, que son espacios que están anexionados a una casa, o directamente buscar un sitio público 100%, como la playa, el bosque, un lago, un parque…
Vivas donde vivas, seguro que se te ocurre algún sitio como estos donde fantaseas con tener sexo alguna vez… Y si no se te había ocurrido hasta ahora, seguro que ya estás pensando en ello.
Otro motivo (u otra excusa, mejor dicho) para probar el sexo al aire libre es el verano. El verano y el calor serán tu mejor baza para proponerle a tu pareja practicar sexo bajo las estrellas, o sexo en el agua. Además, lo bueno del sexo acuático es que permite probar diversas posturas sexuales de pie, ya que en el agua no pesamos nada y podemos experimentar con todas aquellas posturas que no somos capaces de hacer en un escenario normal.
Una vez elegido el lugar, el momento vendrá solo. Sobre todo, intentad evitar las horas de máxima calor, que no queremos sustos. La noche puede ser un momento perfecto: oscuridad, intimidad, buena temperatura…