Como Abrir una Relación Con Tu Pareja
Como Abrir una Relación Con Tu Pareja. El amor ha sido protagonista de libros, canciones, películas ¡e incluso de vidas! El concepto de amor está taaan mascado que parece que deba ser universal e idéntico para todo el mundo, ¡pero nosotrxs sabemos que no es así! La idea de amor predominante es la del amor romántico, tradicionalmente ligado a la monogamia… De hecho, ¿sabías que el ser humano es una de las poquísimas especies de mamíferos que practica la monogamia?
Por suerte, cada vez más, nos estamos abriendo a otros tipos de modelo de relación, y es que cada persona vive el amor de una forma diferente, por lo que no debemos asumir que todo el mundo aspira al mismo tipo de relación amorosa.
Aun así, la monogamia está tan incrustada en nuestra cultura que, aunque nos atraiga muchísimo la idea de probar a abrir una relación, probablemente no nos sea nada fácil abordar la situación. Por eso, aquí te traemos unos consejos para aprender a gestionar todo lo que supone.
Dicho esto, tener una relación abierta no es mejor ni peor que cualquier otro tipo de orientación relacional. Siempre que las personas involucradas estén a gusto, cualquier otra opción será totalmente lícita. |
¿Por dónde empiezo?
No todo el mundo es capaz de tener una relación abierta, y es que esta decisión tiene que ver con tu manera de entender la pareja y las relaciones, con cómo gestionas tus emociones, los motivos, tus necesidades, intereses… Pero si la idea de tener una relación abierta te atrae, puede que te encuentres en una de estas situaciones:
- Ya tienes una relación monógama y quieres abrirla: para abrir una relación de pareja monógama, es importante que exista un vínculo afectivo fuerte y que la relación sea saludable. Si no tenéis una relación sana, será muy, pero que muy complicado que la tengáis al “abrirla”.
- Quieres empezar una relación: es más fácil tener una relación abierta desde el principio que “abrir una relación”, ya que al no tener una manera de funcionar determinada ni una rutina en pareja, se pueden establecer los ritmos y los límites desde el principio.
Antes de tener la conversación…
Por eso, no te embales y, antes de proponerle a tu pareja tener la conversación sobre abrir la relación, reflexiona sobre estas cuestiones:
- ¿Estáis bien actualmente? Si tenéis conflictos actuales o anteriores, lo mejor será que lo solventéis antes de cambiar el tipo de relación. Las relaciones no se abren para resolver problemas, sino para crecer como pareja y atender nuevas necesidades o intereses.
- ¿Es algo que queremos lxs dos? Si solo unx de vosotrxs está interesado en tener una relación abierta, la negociación será complicada porque no tenéis las mismas necesidades e intereses o no estáis en el mismo punto con respecto a la reflexión sobre vuestro modelo relacional.
- ¿Cuál es tu motivación para abrir la relación? Lo ideal es que cada persona por separado tenga claro cuáles son los motivos que le llevan a querer abrir su relación de pareja y poderlos compartir. Estos motivos pueden ser muy variados, y lo importante es que sean compatibles con los de tu pareja.
Negociar el pacto relacional
Para tener claro qué esperáis cada unx de la relación abierta, tendréis que plantearos conjuntamente una serie de preguntas…
¿Qué espero de tener una relación abierta?
Cada miembro de la pareja debería hablar sobre cuáles son sus expectativas, es decir, qué espera o cómo se imagina el hecho de tener una relación abierta. Es importante hablar sobre estas expectativas y no dar nada por hecho, ya que cada unx tenemos nuestros motivos y una idea de cómo nos gustaría que fuera la relación.
¿Qué pactos acordamos?
Al abrir una relación, os encontraréis con muchas situaciones nuevas. Por eso es importante establecer unas “normas” claras antes de empezar. ¡Planteaos tantas opciones y circunstancias como sean posibles! Así podréis acotar vuestro acuerdo. Aquí te damos algunas ideas:
- ¿Solo quieres sexo con otras personas o estás abiertx a tener un vínculo afectivo? ¿Y tu pareja? Lo primero sería plantearos si queréis abrir vuestra relación solo en el terreno sexual o también en el afectivo.
- Permisos y vetos: ¿os pediréis permiso por anticipado para tener relaciones sexuales con otras personas? ¿Existirá el veto?
- ¿Queréis saberlo todo? ¿Qué os tenéis que contar? Antes de abrir la relación, consensuad qué os vais a contar y cómo lo haréis. ¿Quieres saber con quién se acuesta tu pareja? ¿Y al revés? ¿Seréis 100% sincerxs o preferís no dar detalles?
- ¿Queréis o no estar presentes? ¿Serías capaz de ver a tu pareja “ligando” con otra persona o prefieres no verlo? ¿Cómo lo abordaréis si surge de repente?
- Sexo vs. afectos: ¿qué pasa si tienes sentimientos por otra persona? ¿Y si otra persona se enamora de ti o de tu pareja?
- Tiempo para vosotrxs: es importante no dejar de lado la pareja y también establecer pactos acerca de la misma. ¿Hay alguna actividad que solo haréis vosotrxs? ¿Qué partes de la relación son “solo vuestras”?
¿Qué límites tenemos?
Cada persona tendría que decir cuáles son sus límites. En este sentido, habría que hablar muuucho, y no es una conversación de un solo día. Una forma de abordarlo es plantearse lo siguiente:
- ¿Con quién? ¿Hay algún veto en este sentido? Por ejemplo, que no quieras que se acueste con amistades comunes, o el hecho de querer saber si surgen sentimientos por otra persona.
- ¿Cómo? Un punto importante es el relativo a la salud sexual, por ejemplo, con respecto al uso de preservativo.
- ¿Cuándo? Seguramente haya días en los que prefieras que tu pareja pase tiempo contigo, como por ejemplo el día de vuestro aniversario.
- ¿Dónde? Este límite también es muy recurrente, ya que puede que no quieras que, por ejemplo, tu pareja tenga sexo con otra persona en vuestra cama.