¿Qué es el Masaje Tántrico?
¿Qué es el Masaje Tántrico? A menudo es confundido con un masaje erótico, o con “final feliz” pero es un masaje que va mucho más allá.
Un masaje erótico no es un masaje tántrico, pero un masaje tántrico si puede incluir el masaje erótico.
Es un ritual, un masaje de conexión entre la pareja, de mimo, y de máximo respeto, en la que se venera el cuerpo de la persona masajeada y se le procura todo el placer posible en todas las áreas de su cuerpo, utilizando la energía sexual como canal para alcanzar un grado de consciencia elevado.
¿Suena bien verdad?
Si te sigue llamando la atención, te dejo unos pasos para empezar a iniciarte en el tantra.
1.- Lo primero de todo como siempre, es crear un ambiente agradable, luces suaves, velas, incienso, música agradable, una buena temperatura ya que lo ideal es que ambos esten-desnudos.
2.-NO tengas prisa! Es un masaje de dedicación absoluta, busca un momento que no hayan distracciones ni interrupciones y puedan centrarse.
3.- Conecta con tu respiraciones, el masajista pondrá su mano sobre el plexo del receptor y respiraras profundamente hasta que sus respiraciones se sincronicen.
4.- Explora el cuerpo del otro. Con un aceite de calidad, (les recomendamos nuestros aceites de Shunga) empezaremos a aplicar el aceite a nuestra pareja de manera agradable y envolvente. Nos podemos centrar en rostro, cuello, extremidades, espalda, vientre , pies, manos. El receptor debe sentir el placer de ser tocado, sin tabúes, sentirse querido, mimado, cualquier parte del cuerpo es una fuente de placer, experimentad.
5.- Podemos estimular con el máximo respeto, casi adoración también la zona genital de nuestra pareja. (Masaje Lingam y Yoni) Si alcanzamos el orgasmo o la eyaculación no sé da por finalizado el masaje ni mucho menos. Podemos seguir masajeando el resto del cuerpo y volver a zona genital, etc.. En la mujer el masaje tántrico es fabuloso para llegar a múltiples orgasmos.
6.- Terminaremos nuestro masaje con movimientos suaves, caricias envolventes, con ternura. Alcanzamos así un alto grado de conexión íntima con nuestra pareja.