Masturbación femenina:
Uno de los perjuicios más grandes es la masturbación femenina. Esto se debe a que desde pequeñas nos han sembrado un terrible temor sobre el sexo, el cual con los años hemos tenido notorios cambios y variantes, aun así las restricciones persisten.
Hablamos de las cosas más naturales que pueden existir, esta práctica ha estado presente incluso en animales. Las mujeres necesitamos conocer nuestros cuerpos y dejarnos llevar más allá de las murallas de la sociedad que aún es frígida.
La masturbación femenina mejora tu salud:
Si bien no te quieres masturbar porque aun tienes cadenas en tu mente, hazlo por tu salud.
Masturbarse conlleva a una serie de liberación de ciertas hormonas, como lo es la dopamina y la oxitócina, estas no solo son las encargadas de darte placer.
También te ayudaran a liberar todo ese estrés acumulado ( gastas tanto dinero en pastillas para el estrés), aquí te brindamos una solución más sana y totalmente gratis.
Ya que no estamos para perder tiempo te brindare una escena donde te iré involucrando a lo que sería tu masturbación femenina.
- Primer escenario:
Te encuentras sola en tu habitación, no hay chats en tu celular, la programación del televisor no te tiene satisfecha. Sin darte cuentas estas aburrida acariciando tu oreja, comienzas a imaginar que pasaría si te tocas, con esto te relajas cada vez más y te imaginas que pasaría.
Tus manos no se quieren detener, ya están sobre tu tanga acariciándola como si ya pudieses sentir todo ese placer que te espera, ya no aguantas más, así que introduces tu mano por debajo de esta y sientes la humedad de tu vagina y tu clítoris sensible te brinda una deliciosa sensación.
- Segundo escenario:
Ya estas más que involucrada, comienzas tocando con tus dedos los labios inferiores de manera circular subiendo poco a poco, abriéndose paso para rodear tu clítoris con ellos, dando unos movimientos circulares y pequeñas presiones, las alertas de placer recorren tu cuerpo.
te comienzas a erizar mientras aceleras los movimientos a medida que el deseo va aumentando, solo puedes pensar en lo que sientes y en lo delicioso del movimiento, sin darte cuenta ya estas apunto de obtenerlo, acto seguido explotas de placer, no puedes detener los gemidos y el movimiento involuntario de tu clítoris, moviéndose dentro de ti.