El masaje perfecto para el pene empieza con mucha
A la hora de masajear el pene, el típico «sube baja» puede estar bien un ratito, pero ¿no te gustaría dar un paso más? Si de verdad quieres aprender a dar masajes memorables en el pene, ya sea para ti o para tu pareja, Lo que debes saber es que El masaje perfecto para el pene empieza con mucha, mucha, muuuucha lubricación.
Los accesorios de masaje son ideales para hacer masajes sensuales: lubricantes íntimos, aceites, geles con efectos, o velas que se transforman en aceite una vez encendidas… no solo en pareja sino también en solitario. Te ayudarán a prestar aún más atención a las zonas erógenas y a que la experiencia vaya como la seda, nunca mejor dicho. Sea cual sea el tipo de lubricación que elijas, las sensaciones se multiplicarán y el disfrute ¡también!
MASAJE PARA PENE NÚMERO 1
Vamos a partir del movimiento básico de arriba-abajo-arriba, pero mejorado. Tu mano dominante será la que realice el movimiento mientras que tu otra mano puede sujetar la base del pene o acariciar otras zonas erógenas como los testículos, el perineo, la zona anal…
Cada vez que subas tu mano, la rotarás ligeramente antes de bajarla, cambiando de posición y de zona a estimular, a la vez que extiendes tus dedos. Así, la zona que estarás acariciando será mucho mayor. Varía la velocidad, así como la intensidad de tus movimientos: no solo de menos a más, sino haciendo pequeños parones para volver a empezar de nuevo más lento.
MASAJE PARA PENE NÚMERO 2
Es una variación del movimiento anterior, y como tal, podemos encadenar uno con el otro. En esta ocasión van a intervenir las dos manos realizando movimientos de arriba a abajo. Una variable de este masaje es no utilizar toda la mano, sino algunos dedos.
Empieza liberando los dedos pulgares, luego libera los anulares… haciendo más presión con los dedos que sí siguen en movimiento para que las sensaciones vayan variando. Recuerda que es un masaje sensual y debe hacerse sin prisas.
MASAJE PARA PENE NÚMERO 3
En este masaje, los pulgares pasan a tener el lugar protagonista. El movimiento principal va a ser siempre de abajo hacia arriba, pero sin volver a bajar, con los pulgares extendidos.
Utilizarás ambas manos, haciendo especial hincapié en el glande gracias a los pulgares. Una vez llegues arriba, vuelve a colocar tus manos en la base del pene para volver a subir lentamente. Estarás masajeando el pene desde su base hasta el glande. Puedes hacer una variación de este masaje alternando una mano y otra, para que las sensaciones cambien.
MASAJE PARA PENE NÚMERO 4
Tu mano dominante esta vez se va a ocupar del glande. La otra mano realizará el movimiento de abajo a arriba mientras que, con la mano que mejor manejas, realizarás círculos alrededor de la cabeza del pene, envolviendo el glande con la palma de tu mano.
Es muy importante la lubricación adecuada en este tipo de masaje, porque el glande es una zona muy sensible del pene y queremos que la experiencia sea lo más agradable posible.
MASAJE PARA PENE NÚMERO 5
Para este tipo de masaje volverás a necesitar ambas manos, y el movimiento de abajo-arriba-arriba vuelve a ser el protagonista. En esta ocasión tienes que entrelazar una mano con la otra, entrelazando a su vez tus dedos.
La clave de este masaje está en intentar juntar las palmas y los nudillos realizando más o menos presión dependiendo en la zona en la que te encuentres. Puedes intentar realizar más presión conforme te vayas acercando a la zona del glande. Si la lubricación ha sido importante durante todos estos masajes, en este en concreto lo es aún más, ya que hay mayor presión y por lo tanto la fricción aumenta.
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